THESSA TAMKINS  
                             
                            UN Instituto de Investigación, afiliado a la Universidad de Miami, acaba de 
                            hacer público un trabajo en donde se evalúa el efecto de quince minutos de 
          masaje dos veces por semana en una serie de empleados, y se comparan los 
          niveles de estrés de los «masajeados» con los que se relajaron, solamente, 
          tumbándose en un sillón especial.  
           
          Aquellos que recibieron los cuidados de los masajistas reconocieron menos 
          niveles de estrés y menos ideas depresivas que los empleados que formaron el 
          grupo control. Los trabajadores, después de cada sesión de masaje, fueron 
          además capaces de trabajar más rápido y cometieron menos errores que los que no 
          recibieron los cuidados de los quiroprácticos.  
                       
                            Asimismo, en el electroencefalograma que se practicó a cada uno de los 
            componentes del estudio se pudo observar que la actividad cerebral de los que 
            recibieron el masaje indicaba que estaban más alerta que lo que estaban sus 
            compañeros no «masajeados». «El masaje puede que llegue a ser tan importante 
            como el ejercicio físico y la dieta -afirmó la doctora Tifanny Field, autora 
            del trabajo-. Quizá, incluso, ayude de forma decisiva a que la gente sea más 
            productiva». Se sabía, gracias a estudios anteriores, que el masaje reducía el 
            nivel de ciertas hormonas relacionadas con el estrés, y que disminuía la 
            ansiedad. Lo que aún no estaba demostrado era que también era capaz de aumentar 
            la capacidad de estar alerta. El estrés, aunque no está reconocido en muchos 
            países como problema de salud, causa graves contratiempos. De acuerdo con 
            fuentes sindicales internacionales, en EEUU -por ejemplo-, el estrés cuesta 
            cantidades astronómicas de dinero en productividad, gastos de salud, seguros, 
            además de ser una de las principales razones de absentismo laboral. En EEUU, 
            muchas empresas están habilitando zonas especiales para que sus empleados 
            realicen ejercicio y luego se den un masaje.  
                           
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